Si llegaste hasta acá es porque te ganó la curiosidad. O muy probablemente te haya obligado a que vengas (es obvio que te obligué).

Se podría decir que este va a ser mi refugio de internet. En un lugar en el que las plataformas buscan monopolizar la producción y la búsqueda de contenido, de arte y demás yerbas, decidí tener mi parcela, la que labraré como yo quiera y será accesible para el que alguna vez recibió su dirección. No buscará ser indexada en ningún motor de búsqueda, mi desafío es traer acá lo que quiera decir y le llegará a quien se sienta interpelado.

Mentiría si dijera que puedo prescindir de las redes sociales, ya que las cosas que me interesan pasan y van a pasar por ahí indefectiblemente. Pero tengo fe de que el valor de internet reside por fuera de ese mundo: blogs, foros, juegos, torrents, páginas sin Javascript que tardan menos de 1 segundo en cargar. Todo eso aún sigue funcionando y no creo que sea porque son todos unos gordos nostálgicos como yo.

De alguna forma esto es mi divorcio (?) de Tuiter. Es la red social para escribir lo que pensás por antonomasia^[1]. Sin embargo, a veces 280 caracteres es poco, los tuits son efímeros si tenemos en cuenta la interfaz del feed y poco prácticos para leer si nos referimos a la del perfil. Todo lo que ponía ahí se viene para acá, con un poco más de cariño.

Y si de cariño se trata, me alegraría saber que algo de lo que haya acá logre producirte algo.